lunes, 27 de febrero de 2012

¡Pégame un tiro, que me mate de una vez!


Por Fulanito    

    Mario conoció a María, y le gustó. Le gustó lo que vió, le gustó lo que habló, le gustó lo que olió. Mario era un tipo tránquilo, escuchaba a las mujeres y adoraba ese olor tan femenino que tenían algunas de ellas; como la mayoría de hombres, era un tipo muy visual, y al ver aquellas piernas infinitas, esos rizos rojo castaño y esos labios carnudos rojo carmesí no pudo más que decir: “Fui tuyo con el “hola”.
Mario la invitó a salir, María dijo si. A Mario le gustó, a María no. Mario pronunció sus intenciones, María dijo: “Mira, por ahorita no busco nada, talvéz luego; uno nunca sabe”

¡Pum! ¡Pum! Disparo en la pierna.

Mientras tanto, en otro lugar Luis le decía a Luisa lo mismo, y Luisa respondía: “Mirá, sos demasiado lindo; veamos que pasa”

¡Pum! ¡Pum! Disparo en el brazo.

En un mundo paralelo, Alejandra menciona a Alejandro que “mejor sigan como amigos y se conozcan un poco más”

¡Pum! ¡Pum! Disparo en una oreja.

   ¿Por qué? ¿Por qué dejar la puerta abierta? ¿Por qué no disparar a matar? La esperanza es lo último que se pierde, si. Pero también la esperanza lo mata a uno lentamente, más cuando se és alimentado por gotero.

   ¿Por qué devolver esa esperanza cuando se está perdiendo? El mae ya empieza a darse cuenta que nada va a pasar, y justo en ese momento ¡TAS! La nena llega y le dice cuanto lo extraña o lo especial que és o culioladas parecidas y otra vez lo vuelven a alborotar. ¡Mal hecho señorita, mal hecho!

   Una buena amiga me decía lo mucho que le gusta a la mujer la adulación, el sentirse importante, el que le pongan atención y tener a su merced una serie de vasallos que eleven su ego con atención constante, que postee una foto y obtenga al momento mil likes, que chasqueé sus dedos y alguien conteste al instante. Mientras tanto, a cada uno de esos pequeños bastardillos les dará poquitos de miel con el dedo, no sea se empachen y dejen de adular, pero JAMÁS los dejará chupar del tarro en sí.
(Esta ejemplificación no enfatiza la generalización chicas, no os sintaís todas ofendidas o aludidas)

   Nenas, si no quieren algo con un mae, ¡TIREN A MATAR!. No sean tiernas, no sean lindas, no sean buena gente. No usen el “talvez después”; uds saben que eso no existe. Tampoco empleen el “No quiero estar con nadie”, porque fijo por allá sale otro patas vueltas y a ese si le hacen caso. Si deciden “Mejor seamos amigos”, pues sean eso, amigas: paguen por sus cosas, no acepten regalos y recuerden que en una relación de amistad pues también se vale dar, no solo recibir.

Tampoco se trata de ser groseras, frases simples como
·      “Mae, no quiero nada con ud, ni ahora ni mañana”
·      “Gracias por su interés pero yo no estoy interesada”
·      “Mae sos muy tuanis, pero nada más. Nada va a pasar”

Creánme que se agradece mil veces una respuesta directa y certera, sin significados escondidos o frases que puedan ser mal interpretadas o tomadas como balsa de naufrago (“ahorita no, talvéz más adelante”). Aunque lastimen el ego másculino en el momento, son heridas de guerra que sanan rápido.

Así que ya saben, la próxima vez: ¡Tiren a matar!

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